La gente de Universo Retro se lanzo de lleno al mundo
editorial con su primer trabajo historietistico titulado “Carlitos”.
La historia se puede enmarcar en ese genero hibrido definido
como Real Life Superhéroes, del que su máximo exponente es Kick Ass y cuyo
antecesor inmediato en nuestras pampas es Domestico de Decaro y Greco.
Loosers, fracasados y colifas, los protagonistas de estas
historias tal como hiciera el Quijote, se esconden en su mundo de fantasías
para poder enfrentar una realidad que carece del brillo y la mística que habrían
de esperar.
En este tipo de obras, tenemos 3 enfoques. Por un lado el de
la sociedad, un grupo de humanos salvajes que bien podrían ser el sueño de
Locke.
Como contra cara de un mundo cruel, que se ceba en los más débiles,
este grupo de individuos tratan de imponer un orden que consideran justos, y
ante su propia imposibilidad se convierten en victimas aun mas heridas.
Y por ultimo, el lector que es testigo y cómplice indirecto
de las atrocidades a las que es sometido el pobre protagonista y que al
sentirse culpable del obrar de sus “congeneres” termina sintiendo simpatía por
el loco.
Así que siguiendo estos tres pilares, Carlitos es bien un
comic “moderno” que sigue la tradición del autoreferenciamiento, guiños
constantes a la realidad como el ANIMATE, o la llegada de Adam West a la Argentina.
Sin embargo la obra tiene un par de detalles que la separan
del grupo. Por empezar, el protagonista de la historia como bien imaginaran es
Carlitos, no es un adolescente pasado de hormonas que imposibilitado de
encontrar compañera sale a disfrazarse para llamar la atención sin que nadie se
de cuenta de que es el. Carlitos es un hombre entrado en años, con muy, pero
muy mala suerte. Sumergido en un pozo depresivo por la muerte de su mujer, sin
lugar en la vida de su hija (ya mayor y viviendo con su pareja) Carlito busca
desesperado salir de ese espiral que lo tiene atrapado.
Y su única defensa es refugiarse en aquello que mas
apreciaba, en eso que siempre lo hizo feliz… Los Comics.
¿Puede existir un hombre tan sufrido y patético?
Aparentemente Rizzo y Monjes decidieron que si.
Sebastian Rizzo es muy bueno con los diálogos, los hace
fluir naturales, incluso los insultos tiene naturalidad y eso es bastante difícil.
Además logra dos o tres momentos en la historia en la que demuestra
que tiene pasta para esto de contar historias, la discusión con la hija, y tal
vez la ultima viñeta del patrullero son dos de los grandes momentos de esta
historia minima.
Sin embargo cae en algunos lugares comunes muy predecibles,
y si bien pretende ser “un relato auto conclusivo” la cantidad de cabos sueltos
hacen que la historia tenga un final casi “anticlimático”. Para decirlo en
criollo… cuando empieza a ponerse buena te bajan el telón.
Sergio Monje por otro lado logra con un estilo sucio de
claros y negros darle fuerza y dramatismo a la historia, construyendo con cada
trazo una oda al Feísmo realista. Entiéndase bien aquí no hay lindos, son todos
feos y sucios y eso esta muy bien trasmitido, claro como una pintura de Goya.
Como decíamos, con un enfoque intimo y minimalista, Carlitos
es una historieta que no tiene mayores pretensiones, no hay batallas épicas ni
dilemas morales, sino un reflejo del lado feo de las cosas, del antihéroe que
busca un pedacito de salvación.
Si me lo preguntan, yo hubiera encarado la historia para el
lado humorístico, jugando con los géneros como lo hace el Quijote (No se,
hubiera metido a los Cowboys, a Flash Gordon, hubiera explotado más aun el espíritu
setentoso que rodea a la historia, lo hubiera hecho colicionar con los Powers Rangers)
y hubiera hecho un “especial o historia corta” orientado si, a esta mirada
cruel y sin anestesia de un superhéroe real.
Desde la editorial aseguran que ya tienen en camino el tomo
2 con dibujantes invitados. Será cuestión de darles la chance del desempate. Si
esto es solo el comienzo, la dupla Rizzo y Monjes tienen todavía mucha tela
para cortar.