No, no
hay chapa Roja ni chorrea sensacionalismo. Pero sale con el diario.
La
gente de Ovnipress sigue moviéndose sacando provecho de su alianza con Crónica
para distribuir sus publicaciones. No solamente eso sino que además le saco
provecho al mes de San Martin y realizo una historieta dedicada al prócer.
En
formato grande, publicada en 4 entregas de 24 páginas cada una, la saga recorre
la historia de San Martin, desde sus días en el ejercito español luchando
contra las tropas Napoleónicas, hasta supongo yo su muerte.
Con una
salida Semanal van ya por la 3ra entrega esta semana y cada revista sale 17.90.
Los
autores son Luciano Saracino en los guiones, y Rafael Ortiz en la mayoría de
los dibujos, con tapas ilustradas por invitados como Migliari (quien dibujara
las cubiertas de Green Lantern Blackest Night). Todos autores “noveles” que sin
embargo ya son parte del “status quo” de la historieta argentina.
Hacer
una historieta acerca de los próceres no es nada nuevo. Los franceses lo vienen
haciendo desde siempre, los americanos incluso sacaron las biografías de OBAMA,
MCAIN y STEVE JOBS y aca en nuestras
pampas tenemos el antecedente de la colección basada en los textos de Pigna.
La colección
de Pigna recuerdo que era espantosa, mal dibujada, mal coloreada (por lo menos
los números que leí y no creo que fueran muy distintos) y por sobre todo mal
escrita. No era una historieta sino que eran cuadros de texto editados.
Quizás
lo mas difícil de hacer una historieta basada en hechos históricos es la dicotomía
entre la documentación fáctica opuesta diametralmente con el storytelling que
requiere un comic.
Para
embarrar aun mas la cancha, esta el tema del mercado al que esta orientado. Por
lo general todas estas iniciativas apuntan no a un publico masivo (no lo
excluyen, pero claramente no hablan para el) sino definitivamente a la escuela.
Y ahí esta el problema, ya que la obra, no solo tiene que entretener sino que también
tiene que educar, y a la montaña de hechos y datos que se venían acumulando,
ahora también hay que sumarle la precisión y el detalle que los docentes
(tampoco expertos en narrativa ni en comics) necesitan para considerar la obra
como algo pedagógico.
Ante
semejante desafío se puede decir que la edición de San Martin sale
relativamente bien parada. No tanto por el lado del arte (que cuenta con Rafael
Ortiz y Tomas Aira dándole una mano en algún que otro capitulo) que si bien no
es malo, la verdad es que tampoco es demasiado inspirado. Hay algunos errores
de anatomía, no existen los fondos prácticamente y por sobre todo creo que el
entintado es definitivamente lo que tira para abajo la faz artística.
El
coloreado tampoco ayuda, es correcto si, pero demasiado brilloso, con poca “atmosfera”.
Digamos
que cumple con lo justo para poder contar una historia sin demasiadas pretensiones artisticas. El que define el
partido por un gol, es el guionista Saracino, que hace unos malabares increíbles
para incluir solo a través de diálogos toda la pelota de información y sin apoyarse
prácticamente en cajas de texto complementarias.
Si,
hace un abuso de frases celebres, pone en boca de los personajes incluso
estribillos de las canciones patrias lo que da a veces unas líneas extrañas,
hasta artificiales.
Por
otro lado hay que reconocer el esfuerzo de avanzar en la historia mostrando los
lugares comunes que conocemos todos, pero tratando también de hacer hincapié en
los pasajes menos conocidos, los diálogos más intimistas y las batallas de
siempre, pero narradas como corresponden, con suspenso y acción.
Es más
que importante resaltar este logro, porque es justamente el tratamiento de
historieta que recibe toda la obra y a que todo el equipo entiende a la perfección
que lo que están contando no es historia sino historieta, la narración fluye,
entretiene y es realmente llevadera.
Al
final de cada número incluyen unas fichas de ayuda para hacer ejercicios.
Quizás
a futuro, trataría de hacer una obra mas compleja y menos pedagógica (que es el
obvio fin ultimo) a ver a que nuevas alternativas ofrece la historia argentina
como objeto y motor de la historieta…