Desde siempre, un reclamo que se le hace a la historieta en Argentina es su precio, que es cara, que es berreta, que no hay público...
Creo que lo que falta hoy por hoy es más que nada información. Las editoriales no son muy amigas de difundir los numeros de ventas y de tiradas. Por otro lado, tampoco es "box populi" el monto que gasta un "lector asiduo" de comics por mes, o por que otro tipo de vienes lo sustituye.
Y ni hablar de enterarse de que sale semana a semana... digamos que la información que circula dista de ser "oficial" en la mayoría de los casos, dejando muuuucho espacio a la especulación (me incluyo).
Creo (demasiados creos ya) que el 90% de los editores de historietas de los últimos años se tiran de cabeza a la pileta, tanteando a ver que pasa. Esto ha sucedido por la desaparición del editor "profesional" que hubo quizas en otras epocas (empleado de una empresa mayor), y el advenimiento del editor "fan"(dueño de su propia pyme).
El colapso de las "grandes" editoriales argentinas, implicó también la desaparición de la profesionalización en su momento. Antes un aspirante, se acoplaba a una estructura productiva, con su tradición y su sistema de valores y "aprendía el oficio". Hoy el oficio se aprende sobre la marcha, y mas allá de los consejos de hermano mayor que pueden darse entre si, no hay escuela donde aprender.
Esto no quiere decir que hoy en argentina no haya talentosos (y profesionales OJO). Pero me parece que es importante para la hora de comparar con mercados como el Europeo y el Americano, que no hay nadie que los nuclee bajo una misma consigna, que la mayoría trabajan en 2 o 3 cosas mas para poder vivir, y los comics son su emprendimiento personal, su hobby, etc. El editor en argentina es imprentero, diseñador, editor y va a los tumbos, solucionando problemas en la cadena de producción, desde los autores hasta al distribucion de titulos en todo el pais.
El origen de todo esto, desde mi "contemplacion aristotelica", es obviamente económico. Montar un proyecto editorial de envergadura requiere mucho capital, unos 30.000 dolares(?) (algun editor que pase por aca que me lo confirme). Pero timbear en el mundo editorial no es tan caro, hoy un autor puede sacar tiradas chicas por 3000 pesos. Si es diseñador y se entiende con la imprenta, el solo puede hacer un trabajo end to end. Claro que tambien, no hay un editor detras que lo corrija, que lo filtre, que tenga una vision sobre que puede funcionar y que no.
En un seminario que hice hace muchisimos años con Carlos Trillo, el decia que odiaba a los editores, que eran la peor lacra del mundo, el tipo que te hacia sufrir con los plazos, que te presionaba... pero que lastima que en la argentina no hubiera tantos como hacen falta!!
Al no haber editoriales "grandes" que le hagan el pulso al mainstream yanqui, no hay editoriales que puedan pagar lo necesario para vivir dignamente a sus coordinadores de edición, salvo en contados casos. Es por eso que las pocas editoriales que los tenian (como IVREA, por ejemplo) terminaron por achicar aun mas su estructura, o directamente optaron por el modelo freelance para casi todas las áreas.
Llamenlo modernización de la estructura, pero esto trae aparejado un problema coyuntural mucho mas grande. ¿Porque un coordinador de ediciones va a trabajar freelance, o por poca plata para una editorial, teniendo que trabajar en otras cosas para poder vivir, si con sus ahorros puede editarse a si mismo, y si bien no ve toneladas de dinero, puede por lo menos elegir el mismo que publicar? Total, en una de esas la pega...
Esa pregunta es crucial, y creo que trazando paralelismos es lo que puso en jaque a la industria editorial de la historieta argentina en particular y del libro y medios en general.
A modo de anecdota cuento mi experiencia profesional. Corria el año 2002/2003 y la cosa estaba peliaguda. Yo estaba dando mis primeros pasos en el mundo laboral, preocupado de no convertirme en uno de esos ratones de biblioteca que estudian y estudian sin saber para que.. buscaba trabajo, pero nadie me lo quería dar, todos daban vueltas, no querían la responsabilidad de tomar alguien nuevo y muchos me ofrecieron que colaborara gratuitamente (o negrearme a secas, lo cual no era algo muy feliz, si, pero con tal de poder aprender a trabajar, estaba dispuesto a lo que fuera).
Con el tiempo, termine llegando a la conclusión, que si no había plata de por medio, y quería hacer lo que yo quisiera (porque cuando uno empezaba en aquella época, laburaba de lo que te dejaban, no de lo que querías)... ¿porque no abrir un blog? Es gratis, es fácil, y al fin de cuentas yo era el autor y escribiría sobre lo que a mi me gustara, cuando a mi me gustara...
Claro, esta además el mito de que siendo blogero te van a regalar cosas, que vas a ganar dinero en Google Adwords, asi que por donde lo mires parecia negocio. Obvio que despues de pasado el furor inicial es muy difícil mantenerlo y poco a poco va siendo abandonado (la mayoria de los blogs no sobreviven 2 años).
Con las editoriales para mi va pasando algo parecido. Es "económicamente alcanzable" publicar un libro, pero de ahi mantenerse es otra historia. Los editores que han logrado perdurar en el tiempo, son los que han sobrevivido a esta especie de "darwinismo económico inicial" que debe estar presente en todas las areas de la economía, pero en el rubro comic, al no haber ningun player grande se nota aún mas.
Otro punto que mata a muchos "potros que mueren antes de cabalgar" es la falta preparacion profesional real, por ejemplo conocer los circuitos de comercialización (¿mas alla de comiquerias y librerías... existe algo mas? ¿E-commerce?), conocer fuentes de financiación (becas, créditos, subsidios, premios) y obviamente el menos extendido pero quizás también el mas crucial, mucho asesoriamiento legal.
¿Cuantos editores han tenido que hacer frente a denuncias de plagio, problemas de derechos e incluso clausuras judiciales?
Esta barrera es la que marca al final del día quienes sobreviven y quienes no. O quienes llegan a publicar su quinto libro.
Otro problema del editor fan, es su desconocimiento del mercado. Muchas iniciativas surgen por el editor o los autores que se ponen de acuerdo, y se tiran de cabeza con una propuesta a un mercado que no acompaña. El ejemplo quizás es Comic.ar, la revista de antología, que como propuesta me gusto y me pareció innovadora, con dibujantes zarpados y buenas ediciones, pero que con el correr del tiempo sufrió demasiadas transformaciones al punto de casi desaparecer.
O la Fierro, que teniendo la palanca de un medio gráfico y publicidad oficial, aun sigue siendo controvertida entre sus lectores, editando material demasiado heterogéneo para cautivar al gran publico (sus propios editores sostienen que no es esa tampoco su intención y es totalmente legitimo, ser una minoría protestante).
Pero no todo es malo para el editor fan. Tiene un lado muy positivo y es que como esto lo hace por satisfación personal, se juega, le pone garra, y arriesga aun cuando el rédito económico puede ser entre cero y nulo. Y así es como de repente encontras ediciones interesante, de trabajos de Salvador Sanz, o Mauro Mantella.
Me pasa, en mi experiencia personal que todos los días llega gente nueva al mundo de los comics, gente que no conocía antes, "fuera del circuito". Lectores casuales, o seguidores, que poco a poco tratan de integrarse al maremoto de títulos que a primera vista ofrecen los comics.
Disiento que los comics sea un mercado chico. O que mueva poca plata. El comiquero a diferencia del lector, consumo mucho mas de un libro por mes. Pero eso lo vamos a ver mas adelante.
El verdadero interrogante es ¿Como llegar a esta gente? ¿Que papel juega la distribución y la difusión?